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Semana Santa en Ayacucho, Perú

Fechas del viaje: Del 29 de marzo al 1 de abril de 2018

Tsu y yo compramos un paquete (4 días/3 noches) de una pequeña empresa desconocida que encontramos en Facebook que incluía el transporte ida y vuelta Lima-Ayacucho-Lima, alojamiento y visitas a Pampas de la Quinua, Piscinas Milpu y Complejo Arqueológico de Wari por S/.509.00 (US$160) por persona.

Lección aprendida: Si algo parece muy barato como para ser verdad, probablemente no sea buena idea comprarlo. Ni la movilidad ni el alojamiento eran los que nos habían ofrecido y no pudimos ir a Milpu. Uno imaginaría que los de la empresa turística habrían averiguado con anticipación que en esta época del año no vale la pena ir a Milpu porque, por las lluvias, las aguas no son turquesas; pero ése no fue el caso. Al final, nos cambiaron Milpu por Vilcashuamán y nos devolvieron parte del dinero. Eso calmó al grupo enardecido que se sentía estafado. Yo, personalmente, me quedé feliz porque el viaje a Ayacucho fue lindo de todas formas y, con el dinero que nos devolvieron, Tsu me compró unas joyitas artesanales en filigrana de plata.

La ciudad de Ayacucho, que se ubica a una altura de 2761 msnm, está a 564 Km. al sureste de Lima y normalmente el viaje por carretera demora 9 horas. Como fuimos en Semana Santa, el tráfico estaba pesadísimo y nos demoramos 15 horas en llegar. Si son del tipo de personas que se marean rápido, les recomiendo tomar el vuelo de Lima a Ayacucho porque hay muchas curvas en la carretera y uno pasa por lugares de mucha altura. Latam y LC Peru tienen vuelos directos.

Decidimos ir a Ayacucho en semana santa porque queríamos ser testigos de uno de los ejemplos más destacados de sincretismo religioso de América Latina. Esta mezcla entre lo español y lo andino reflejada en sus procesiones masivas, alfombras de flores, su deslumbrante anda y artesanía, son riquísimas muestras de interculturalidad. Las festividades de semana santa duran 10 días y se realizan allí desde hace más de 150 años.

¿Qué hicimos?

Jueves: Pampa de la Quinua

El Santuario Histórico de la Pampa de Ayacucho (conocido como Pampa de la Quinua) conmemora la Batalla de Ayacucho, que puso fin al dominio administrativo español en América del Sur. Tiene 300 hectáreas y busca proteger el patrimonio histórico y natural de la zona. Está ubicado en una planicie, a una altura que va de los 3350 a los 4050 msnm. La vista a la campiña ayacuchana es maravillosa.

Si van, aprovechen en visitar Quinua, un lindísimo pueblo de artesanos. Disfruten al ver las artesanías elaboradas con arcilla, figuras talladas en piedra de Huamanga y el tejido de telares.

Pampa de la Quinua

Viernes: Vilcashuamán

Vilcashuamán (“Halcón Sagrado”, en quechua) se ubica a aproximadamente 3 horas de la ciudad de Ayacucho. Era un antiguo centro administrativo de los Incas. Vilcashuamán alojaba alrededor de 40.000 personas y estaba conformada por una plaza en la que se realizaban sacrificios. Vale la pena visitar el Templo del Sol, sobre el cual los españoles construyeron una iglesia católica, y la pirámide trunca conocida como Ushnu.

Vilcashuamán

Sábado: Feria en el Cerro Acuchimay, recorrido de iglesias, ferias artesanales, comparsas, fiesta en la plaza, Complejo arqueológico de Wari

La primera parada del día fue una feria en el Cerro Acuchimay. Allí se puede encontrar de todo: comida, artesanías, peluches, sombreros y hasta ganado. Desde el mirador del cerro se puede ver toda la ciudad de Ayacucho. Aquí decidimos separarnos del grupo porque ellos se iban a Pascua Toro y yo no estoy de acuerdo con esa tradición.

Tsu y yo bajamos el cerro caminando y fuimos a visitar iglesias y el interesante museo del Brujo de los Andes. Ayacucho tiene 37 iglesias católicas y vale mucho la pena visitar al menos unas cuantas. Tomamos la foto de abajo en una de las iglesias. Representa la última cena, pero el plato principal es el cuy.

Última cena con cuy

En la catedral, estaban armando el anda que saldría durante la madrugada siguiente. Fue impresionante verla en proceso de producción. ¡Qué arduo trabajo!

Preparando el anda

Por ser semana santa, había varias ferias artesanales alrededor de la plaza y yo tenía muchas ganas de comprarme todo, incluso el retablo gigante que está en la foto de abajo. Los retablos ayacuchanos tienen su origen en la época de la colonia cuando los sacerdotes españoles en proceso de evangelización viajaban por todos los pueblos de la sierra peruana, llevando consigo cajas con imágenes de varios santos católicos para que éstos sean reconocidos por los pobladores. Pasaron los años y los artesanos ayacuchanos adaptaron estas cajas para ilustrar sus propias costumbres como sus danzas tradicionales, escenas rurales y labores agrícolas.

Retablo ayacuchano

En la plaza de armas vimos las coloridas y alegres comparsas. Los trajes típicos que vestían eran hermosos. Y al final del desfile de comparsas, se armó la fiesta con bandas que tocaban alrededor de la plaza. Todo el mundo bailaba bajo el sol ardiente de la sierra.

Plaza de armas

Después del almuerzo, volvimos a unirnos al grupo y fuimos al complejo arqueológico de Wari (600-1100 dC), principal ciudad de una civilización que llegó a expandirse hasta Lambayeque por el norte, Moquegua por el sur y hasta la selva cusqueña por el este. Sus estructuras tenían forma de D, como se muestra en la foto, y hasta ahora nadie sabe qué significa esto. Wari y el Imperio Incaico son consideradas las únicas dos culturas "imperiales" de América del Sur.

Wari

Domingo: Procesion de Cristo resucitado

A las 5 a.m. terminó la misa en la catedral y, desde la plaza de armas, pudimos ver la maravillosa anda salir. Esta imponente anda, adornada con más de 16 mil flores y 2 mil choclos de cera, tiene 11 metros de altura, cinco toneladas de peso y es cargada por 300 hombres en la procesión. Es tan grande que tienen que elevar el Cristo que está en la parte superior después de salir de la Catedral porque si no fuese así, no pasaría por el arco de la puerta. Hay dos personas encima del anda que se encargan de eso.

Mi plato típico favorito

Qapchi

Lo que me gustó más fue el qapchi, crema a base de queso y huacatay acompañado de papas andinas sancochadas. Para los que quieren probar cuy, Ayacucho es el lugar perfecto.

Nos quedó corto el viaje

Hay mucho más que hacer en Ayacucho. La próxima vez iremos en otra época para visitar las piscinas naturales de Milpu y los 7 cañones de Qorihuillca. Si les gusta el trekking, consideren este destino porque hay muchas cosas que descubrir.

¿Qué llevar?

- Protector solar

- Ropa para el frío porque en la noche baja la temperatura

- Ropa para el calor porque en el día el sol quema

- Gorro

- Casaca impermeable

- Zapatos de trekking

Información útil

Para tener una idea de las cosas que hay que hacer en Ayacucho y de los precios, paramos en una agencia de viajes cerca de la plaza y éstas son las excursiones que ofrecen:

Taxi:

En Ayacucho no funcionan los aplicativos de celular, pero pueden llamar RadioTaxi. Central telefónica: 066 527600.

Si necesitan más información, visiten esta página de promperú: https://www.peru.travel/es-es/donde-ir/ayacucho.aspx

¡Buen viaje!

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